Perspectivas Económicas de la OCDE – Septiembre 2025
Afrontar la incertidumbre, reactivar el crecimiento
Introducción
El crecimiento mundial resultó más resiliente de lo esperado en la primera mitad de 2025, impulsado especialmente por numerosos mercados emergentes y también por Estados Unidos. La producción industrial y el comercio se vieron favorecidos por un adelanto de operaciones ante el aumento de aranceles. Desde mayo, los aranceles estadounidenses sobre importaciones procedentes de casi todos los países han aumentado hasta alcanzar una tasa efectiva estimada del 19,5 % a finales de agosto —el nivel más alto desde mediados de los años treinta.
Aunque el impacto completo de estos aumentos aún se está desplegando, ya son visibles los primeros efectos en el comportamiento de los consumidores, en los mercados laborales y en los precios. Los mercados laborales muestran signos de debilitamiento, con un aumento del desempleo y una reducción de vacantes en algunas economías. La desinflación se ha detenido en muchos países, debido al alza de los precios de los alimentos y a la persistencia de la inflación en los servicios.
De cara al futuro, los riesgos a la baja son considerables: nuevas subidas arancelarias, una mayor preocupación por la sostenibilidad fiscal y un resurgimiento de las presiones inflacionistas podrían pesar sobre el crecimiento. Una reevaluación de los mercados financieros —incluida la volatilidad de los criptoactivos— también podría plantear riesgos para la estabilidad financiera. Por el lado positivo, una flexibilización de las restricciones comerciales o avances más rápidos en inteligencia artificial podrían mejorar las perspectivas.
Cifras clave
Cifras clave
El crecimiento mundial se mantiene resiliente
Se prevé que el crecimiento del PIB mundial se desacelere del 3,3 % en 2024 al 3,2 % en 2025 y al 2,9 % en 2026, a medida que los aranceles más altos y la persistente incertidumbre en las políticas frenen la inversión y el comercio.
En Estados Unidos, se proyecta que el crecimiento caiga bruscamente del 2,8 % en 2024 al 1,8 % en 2025 y al 1,5 % en 2026, debido al aumento de los aranceles, a la moderación de la inmigración neta y a la reducción de la plantilla del gobierno federal. China también experimenta una notable desaceleración, pasando del 4,9 % en 2025 al 4,4 % en 2026, a medida que se disipan los efectos del adelanto de operaciones, entran en vigor los aranceles más altos y disminuye el apoyo fiscal. En la zona del euro, el crecimiento del PIB muestra una ralentización más moderada pero constante, del 1,2 % en 2025 al 1,0 % en 2026, con fricciones comerciales y una mayor incertidumbre geopolítica, compensadas en parte por una inversión pública más sólida y condiciones crediticias más favorables.
Proyecciones de crecimiento del PIB real para 2024, 2025 y 2026
La inflación tiende a moderarse, pero persisten los riesgos
Se proyecta que la inflación en la mayoría de las economías del G20 disminuya a medida que el crecimiento económico y los mercados laborales continúen debilitándose. Se espera que la inflación general baje del 3,4 % en 2025 al 2,9 % en 2026, mientras que la inflación subyacente en las economías avanzadas del G20 se mantenga en gran medida estable, reduciéndose solo ligeramente del 2,6 % al 2,5 %.
No obstante, las presiones inflacionistas podrían reaparecer. El ritmo de la desinflación se ha ralentizado en algunas economías, con un aumento de los precios de los bienes y una inflación de servicios que sigue siendo persistente.
Proyecciones de inflación general para 2024, 2025 y 2026
Los efectos completos de los aumentos arancelarios aún están por sentirse
El impacto total de los aumentos arancelarios aún se está desarrollando, ya que muchas medidas se introducen de forma gradual y las empresas absorben inicialmente parte de los costos a través de sus márgenes. Sin embargo, los efectos de unos aranceles más altos se hacen cada vez más evidentes.
Tasa arancelaria efectiva de EE. UU. y recaudación estimada de derechos